Cuando le escribimos a Alexander Moreno que nos concediera un rato para hablar con él, nos contestó con la amabilidad que siempre lo ha distinguido: «claro que sí, mañana puedo visitarlos en la tarde, para mí siempre será un gusto volver al coliseo en el que me formé».
Al día siguiente llegó muy puntual al coliseo Yesid Santos. Lo acompañó una niña de aproximadamente 8 años. Alta, morena, con una pinta de voleibolista tremenda. Se trataba de su hija Ana Sofía.
«Cuando quiten esa foto hago tumbar este coliseo», dijo Alexander, señalando una imagen en la que está él y otros dos grandes del voleibol antioqueño: Fabián Ríos y Érica Grisales, por su parte, la pequeña lo escuchaba y sonreía.
«Llegó la máquina», exclamaban algunos, mientras otros corrían a abrazarlo y pedirle una foto, demostrando que el cariño que se ganó en su época como voleibolista de las selecciones Antioquia y Colombia se conservan al pasar del tiempo.
Se van a cumplir cinco años desde que Moreno dejó de jugar al voleibol y fue inevitable empezar la charla sin comentar lo que estaba pasando en ese momento:
Se nota el cariño y la admiración que aún le tienen ¿cómo se logra eso?
Los deportistas tenemos que entender que nos debemos a la gente. Yo hice las cosas más o menos bien en el voleibol, pero las personas me siguen recordando y queriendo por lo que hice más allá de las competencias.
¿Cómo fue ese recorrido como deportista?
La primera vez que llegué a este coliseo tenía 16 años, fue Jimmy Gamarra quien me trajo de mi Carepa natal. A partir de ese momento soñé con llegar a las selecciones de Antioquia y Colombia.
Pero antes de jugar voleibol ¿probaste en otros deportes?
¡Claro! Yo jugaba fútbol, era centro delantero, zurdo pero malísimo, no le hacía gol a nadie. Luego en los torneos interclases de mi colegio empecé a jugar voleibol y descubrí que me iba mucho mejor. Integré el equipo de Carepa y luego fui convocado a la selección Urabá, ahí me vio Jimmy Gamarra.
¿Y a las selecciones del país y del departamento en qué momento llegaste?
Fue muy rápido, el mismo año que llegué integré la selección Antioquia y por mi buen nivel, me ascendieron a jugar con los mayores, era el opuesto titular. Luego me convocaron a la selección Colombia y desde 1997 hasta el 2014 fui el capitán.
¿Y cuál es el mejor recuerdo que tiene de esas experiencias?
Los Juegos Deportivos Nacionales que ganamos de manera invicta en el año 2000, en Paipa. Era un espectáculo ver jugar a ese equipo de Antioquia.
E internacionalmente ¿cuál es el recuerdo más bonito?
Yo tuve la fortuna de jugar en Italia, Catar, Grecia, China, Dubai, Israel y Argentina, país donde hice casi toda mi carrera y que llevo en mi corazón. Pero lo mejor que me dejó el deporte me acompaña hoy, es mi hija, que nació cuando yo jugaba en Argentina.
¿Y ella va a jugar voleibol?
Sí, ella ya me dice que le gusta mucho este deporte y que quiere practicarlo como la mamá y el papá.

¿Qué piensa acerca del desempeño de Antioquia en los pasados Juegos Deportivos Nacionales?
Todos sabemos por qué perdimos los Juegos y no solo en el voleibol. Hubo mucha falta de apoyo para los deportistas de todas las disciplinas y ahí Valle nos sacó mucha ventaja. Además, en Antioquia debemos cambiar esa norma en la cual los atletas de Selección no pueden representar a sus municipios en los torneos departamentales.
Colombia estuvo muy cerca de clasificar a los Juegos Olímpicos ¿Qué opinas del trabajo de ambas selecciones?
Me quito el sombrero ante el trabajo realizado por el equipo femenino. Hicieron un proyecto serio y estuvieron muy cerca de lograr el objetivo, creo que a las próximas olimpiadas van a clasificar.
¿Y del equipo masculino?
El tren de las oportunidades en Colombia, no solo en el deporte, pasan muy pocas veces en la vida. Los muchachos le ganaron a Venezuela y cuando tuvieron la gran chance de hacer historia, se descuidaron ante Chile. El equipo ha crecido mucho pero le faltó dar un poco más en los momentos claves. Dolió mucho la derrota del último partido, es ahí donde se nota la falta de una liga profesional en nuestro país.
¿A qué se dedica usted actualmente?
Tengo una empresa en el Urabá antioqueño que se llama Global Sistema y Logística, ahora sí estoy trabajando en serio.
Pocos minutos más tarde de la charla, Alexander Moreno aprovechó para dar algunos consejos a los más jóvenes y antes de irse de su casa, el coliseo Yesid Santos, practicó algunas jugadas con su hija Ana Sofía.